viernes, 6 de marzo de 2015

¿Cómo saber si eres un cinéfilo?

Me ha costado mucho decidirme: no sabía si quería hacer este post u otro que dijera "10 razones por las que no tengo tiempo para actualizar mi blog", pero he pensado que quizá esto careciera de interés público hasta que me haga mundialmente conocida y he tirado más por el cine. Beneficios de estar en mi pequeña república demente.

Vayamos al grano.

A todos nos gusta ver películas, ¿cierto? A unos más las de acción, a otros más las de ciencia ficción y otros se decantan más por las románticas, pero no hay persona en el mundo que no quiera ver alguna película en concreto en algún momento de su vida. Buscad, buscad, que no la encontraréis.
La cosa es que luego esto degenera a niveles más insospechados y es cuando nos encontramos con los cinéfilos. Los cinéfilos no ven películas, ven cine. "¿Pero esto no es lo mismo?", pensaréis vosotros. Pues no, no es lo mismo. Las películas se ven como pasatiempo, el cinéfilo lo ve como pasatiempo y como pasión. Disfruta cada minuto del metraje (o sufre, que a veces la película no vale la pena y, bueno, gajes del oficio) y lo devora como si no hubiera un mañana. Se fija en cada plano, en cada color, en cada frase que se dice y en la que no se dice, en posibles guiños e intertextualidades...¡están en todo!
Dicho esto, la cuestión es...¿eres tú un verdadero cinéfilo? Si te sientes identificado con la mayoría de estos puntos, bienvenido al club.

1. Todo, todo y todo: Lo dicho. Un cinéfilo siempre tiene más de una película en cartelera que quiere ver. Probablemente más de dos y también más de tres. De hecho, ¡qué cojones!, llévale a ver lo que sea que él lo agradecerá. Le gustará más o menos, pero la podrá anotar en su lista de películas vistas y luego ponerle nota en FilmAffinity, y con eso ya le vale.


2. Enciclopedia humana: Puede que no se acuerden de lo que comieron ayer, del cumpleaños de su pareja o de que tienen las lentejas haciéndose y se les van a quemar, pero de que Troya (Wolfgang Petersen, 2004) la protagonizaron Brad Pitt, Eric Bana y Orlando Bloom...de eso sí que se acordará. También se acordará de la filmografía casi al completo de sus actores y directores favoritos y conocerá por el nombre películas que ni siquiera ha visto. Y si le apuras, lo mismo conocen hasta los años. Es así, sí.


3. "Uy, qué colores, por Dios": "¡Y qué banda sonora!" "¿Has visto este plano?" "Dios, JK Simmons está que se sale"...y un largo etcétera de comentarios que un no cinéfilo encontrará pesados hasta la saciedad. En cambio, un cinéfilo ve la película de otra manera, ve cosas que otros no ven. Puede que la película le parezca un bodrio, pero si tiene buena fotografía y buena banda sonora, el cinéfilo la verá con otros ojos. Luego le plantará su 4 en FilmAffinity, pero eh, es un 4 con una fotografía excelente.


4. El efecto DiCaprio: TODO cinéfilo que se precie tiene su campaña personal a favor del Oscar que aún no le han dado a Leonardo DiCaprio. A lo mejor no les gusta tanto como otros, pero es una causa a la que hay que unirse y más si con ello demuestras cierta disconformidad con La Academia. Y, por supuesto, cada vez que no se lo dan, el cinéfilo mostrará su indignación y también toda la artillería de gifs que el maravilloso mundo de Internet le ha dado...y que usará también durante todo el año. Luego ya cada uno tiene su lucha personal y hace extensible este efecto DiCaprio a otros actores tales como Pitt o Norton, pero siempre con DiCaprio por abanderado.


5. "Pues ayer vi una película que...": "¿Cuál? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¡Ay yo la he visto! ¿Y has visto...?" Y así un largo etcétera. Un cinéfilo se pasa la vida pensando sobre cine y deseando que alguien saque el tema para poder dejar de pensar, empezar a hablar y explayarse durante horas. Como eso no pasa muy a menudo, salvo cuando se junta con los de su clan, a todo cinéfilo le vale la pena tener una cuenta de Twitter -¡mirad a vuestra derecha!- donde poder dar rienda suelta horas y horas a su crítico interno y hablar de cine siempre que le apetezca.


6. Inconformistas: A una persona que ve películas, sin más, le parecerá probablemente bien que La Academia dé un Oscar a la cinta que sea y la aceptará seguramente como la mejor del año. A lo mejor al individuo en sí no le ha parecido lo mejor, pero bueno, es sólo su humilde criterio y..."si le han dado un Oscar, será por algo, ¿no?".
Pues no. Un cinéfilo, no. Se tragará los Oscar cada 20-y-pico de febrero, de eso no hay duda, pero los criticará todo lo que pueda y más. Puede que ocurra el milagroso hecho de que esté de acuerdo con la mayoría de los premios, incluso con el de mejor película, pero no va a estar de acuerdo con todos los 'gordos'. No. Y es entonces cuando sacará a flote su lema de "la Academia no nos representa". O directamente, hará campaña de su película top de ese año para dejar bastante claro que la que ha ganado, 'no vale ná'.


7. ¡Pasemos el día en MediaMarkt!: Los cinéfilos no son tontos y saben lo que es bueno. Pueden pasarse horas y horas dando vueltas en cualquier gran superficie con gran colección de películas y comparar precios, ediciones e incluso babear con más de alguna oferta. Algún día a lo mejor hasta cae algo. ¿Que no cae? Well, la pela es la pela, pero son capaces de estar dando vueltas toda la tarde tan contentos porque, a fin de cuentas, están como en casa.


8. No a la piratería: Bueno, a ver, esto es sólo para dar título al epígrafe y quedar de p*ta madre, pero no es tan así la cosa. Si no hay dinero, el cinéfilo es tan humano como todos y aún más si la lista de películas a la semana que quiere ver triplica la de cualquier persona menos aficionada. Pero lo que sí que es cierto es que un buen adicto al cine irá todas las semanas a una sala de cine a ver alguna de las películas que seguro le interesan de la cartelera. Hay que contribuir como se pueda, y si es cine español aún más...¡que la cosa está mu mala!


9. Mejor en versión original: Una verdad absoluta e indiscutible. Un cinéfilo defiende contra viento y marea las versiones originales de las películas. Y es que considera que el verdadero potencial de los actores se aprecia cuando se ve una película en V.0 y puede así disfrutar de las entonaciones y demás que ponen los artistas en su idioma nativo. Por no hablar de cuando se hacen traducciones como al señor de las traducciones le ha salido de la manga (o como ha podido, pobrecillo también). Porque por muy buenos actores de doblaje que tenga España, llega un momento que al final uno no sabe si está escuchando a Brad Pitt, a Ewan McGregor o a quién leches está escuchando.


10. ¿Una estantería llena de zapatos? ¿Y eso pa qué, si la puedo tener llena de películas?: Pues eso. El sueño de todo cinéfilo es tener una habitación en su casa única y exclusivamente para exponer todas sus películas bien ordenaditas en una estantería. Ni qué decir tiene que van a ser todas originales y si pueden ser en ediciones especiales, aún mejor. Costará, claro que costará, pero toda película que haya marcado en la vida de un cinéfilo (y creedme, no van a ser pocas), va a tener tarde o temprano un sitio en su futuro hogar. Aunque las tenga que acabar poniendo en el baño: las va a poner.




Y bueno, ésta es la cruda realidad. Si has cumplido más de la mitad de estas razones, colega, a ti te va el cine. Si las has cumplido todas, eres un cinéfilo empedernido. Si encima se te ocurren más...bueno, piensa que sería peor ser un heroinómano.