jueves, 23 de abril de 2015

No estaba muerta, estaba de parranda

"Prometo mantener mi blog actualizado" me decía todos los días. "Prometo sacar tiempo como sea" seguía diciéndome. "Prometo bajar el número de parados" decía Rajoy.
Y más o menos, esto es en lo que nos parecemos Mariano y yo: ninguno de los dos ha cumplido su promesa.
Sin embargo, aprovechando que estamos en campaña electoral, yo también voy a hacer como los alcaldes de medio mundo y me voy a poner a construir como una posesa. En este caso, a construir entradas de mi blog.
Y es que, "puedo prometer y prometo", que intentaré dar señas de vida, al menos, una vez a la semana. Ahora, de la calidad del contenido ya no me hago responsable.


Más o menos, como las youtuber de moda y belleza.
Ojo, que no las critico. Me gustan, y cuanto más naturales y espontáneas las vea, aún mejor. Lo cierto es que las he descubierto de casualidad hace poco cuando buscaba opiniones sobre determinados tintes capilares y ya me he tragado bastantes vídeos que me han parecido interesantes. Pero claro, eso no quita que opine que escogen temas que no necesitan mucho tránsito cerebral para ser llevados a cabo. Nadie puede negarlo.
La mayoría se dedican a enseñarnos sus nuevas adquisiciones o bien de ropa y complementos, o bien de cremitas y maquillajes varios para hacer una review completa, comentar si les va bien, si no... Y eso me parece muy bien porque, a fin de cuentas, es lo que esperamos de ellas.
Lo que me hace gracia viene en el momento en que veo que han subido vídeos comentando lo que les han regalado para Navidad o lo que llevan dentro de su bolsa del gimnasio o de la playa. Y sin ningún tipo de remordimiento, pues saben que igualmente tienen las visitas aseguradas y que, por algún motivo escabroso, a sus seguidores les interesa saber todo eso. ¡¿Hola?!
Lo que quiero decir con esto, aunque salvando las distancias porque yo ya puedo aquí hablar de la Tercera Guerra Mundial o de lo mucho que me gustaban Los Aristogatos de pequeña que la repercusión va a ser la misma; es que si ellas pueden permitirse temas totally random y quedarse tan anchas, yo también.

Así que, tras esta mini campaña electoral que yo misma me he montado en un momento para animarme a sacar tiempo para mi blog y para animaros a vosotros a que me leáis, me despido.


Pero, como dice este hombre tan majo de apellido impronunciable que durante casi diez años fue gobernador de California, volveré. Esta vez será pronto, lo prometo. Y por mucho que diga que no me hago responsable de la calidad de las entradas en cuestión, intentaré que sean del mayor agrado posible.
¡Palabra!